martes, 2 de junio de 2015

Una voz mas por el Sahara Libre

Una voz más con Takbar Haddi, una voz más por el Sáhara Libre


Haidala y la huelga de hambre de Takbar Haddi
Posted: 22 May 2015 

Yo tenía aproximadamente 20 años la primera vez que oí hablar del Pueblo Saharaui (y eso que vivo en Canarias, a pocos kilómetros de la costa de África continental, y cada determinado tiempo la arena del desierto en suspensión llega con el viento a nuestras islas en forma de "calima"). 

Todo ocurrió en un aula de mi facultad. Un profesor de Filosofía Social invitó a una mujer saharaui a hablar de su pueblo. Era abogada, pero no recuerdo su nombre. Nos habló de la ocupación marroquí del territorio del Sáhara Occidental, y de cómo se traduce esta ocupación en el día a día de las personas saharauis, consideradas -a decir verdad- menos que personas. En los territorios ocupados del Sáhara, algo tan simple como querer una verdura determinada y que haya un colono que también la quiera, significa prioridad del colono sobre ti y que éste se lleve la verdura que tú querías (y así en todos los servicios). La voz de los saharauis está silenciada y algo tan simple como afirmar que eres saharaui (y no marroquí), o tener una bandera saharaui, puede llevarte a la ruina.

En el Sáhara unas vidas valen más que otras. O más bien, las saharauis no valen nada para el gobierno invasor marroquí.




De todas las calamidades y violaciones de derechos humanos continua que nos describió la abogada saharaui aquella mañana, hay dos cosas que recuerdo claramente y que describen mucho -a mi modo de ver- la rutinaria infravaloración y abuso en los territorios ocupados. Nos contó que los y las estudiantes saharauis son apaleados sistemáticamente durante la época de exámenes para que no puedan estudiar y no puedan acabar nunca sus carreras (y es que como sabemos, ser cultos es una forma de ser libres, o de llevar libertad a su pueblo). Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando nos relató la historia de un niño de 7 años [1] que había alzado las manos en la clásica señal de libertad [2] y que su "atrevimiento" (que no sería más que inocencia y repetición de algo que vio hacer a algún adulto) le había costado ser  torturado en los calabozos de las cárceles marroquíes durante semanas. Repito: un niño de 7 años.

Tiempo después de la charla de esta mujer en la facultad, tuve la oportunidad de oir en el CSO Taucho a una de las tantas estudiantes saharauis luchadoras -Sultana Haya- relatar en primera persona su experiencia. Nos habló de juicios injustos, palizas en manifestaciones, detenciones ilegales, torturas sufridas en los calabozos, personas desaparecidas, jóvenes asesinados... Nos contó que a ella, durante una carga policial, un policía marroquí LE ARRANCÓ UN OJO y luego, sin siquiera llevarla a un médico, fue arrastrada a los calabozos para ser torturada de múltiples formas (formas que soy incapaz de redescribir aquí y ahora, pero que recuerdo perfectamente en su voz). Unas cuantas de las presentes no pudimos contener las lágrimas.

Es que redacto esto y se me llenan de lágrimas los ojos... ¿Cuánto tiene que sufrir un pueblo para que alguien le haga caso?

Esto que cuento es sólo una ínfima parte de lo que ha sufrido y sufre este pueblo a manos del gobierno de Marruecos, ante el pasotismo y el silencio cómplice de los organismos internacionales y ante la ignorancia (voluntaria o no) de la población mundial. 

Informarte sobre el Pueblo Saharaui es oir voces que hablan de violencia, de dolor y de muerte. 

Leer sobre el Sáhara es encontrar palabras que derivan todas en genocidio.

Desde que empecé a informarme sobre la lucha del  pueblo saharaui me quedó algo muy claro: las mujeres saharauis (co)protagonizan la lucha por la libertad. Están en la calle, han tomado lo público y se hacen oir: hay mujeres en las manifestaciones, hay mujeres en la política, mujeres organizando(se) desde el núcleo familiar y en la universidad, mujeres que hacen huelgas de hambre, hay mujeres que difunden el mensaje de libertad para el Sáhara allá donde vayan... Las saharauis luchan en su tierra y en el exilio, y esto es algo que molesta profundamente al gobierno misógino marroquí.

Hoy, una vez más, las noticias que llegan de la lucha saharaui vienen de la mano de una mujer: el 15 de mayo del 2015 Takbar Haddi inició una huelga de hambre indefinida (frente al Consulado de Marruecos en Las Palmas de Gran Canaria) exigiendo justicia para su hijo, Mohamed Lamine Haidala, quien fue asesinado en extrañas circunstancias (víctima de múltiples agresiones) en los territorios ocupados del Sáhara, estando involucrados en el asunto tanto colonos y autoridades policiales marroquíes, como médicos negligentes que se negaron a ofrecerle la atención necesaria para salvarle la vida.

Takbar Haddi pide que los hechos en torno al asesinato de su hijo sean esclarecidos. Exige -entre otras cosas- una investigación independiente de lo ocurrido, así como de la negligencia médica y de la tortura policial a la que fue sometido Haidala; pide también la detención de los colonos que agredieron al joven (los autores de golpes y apuñalamiento que, sumado a la negligencia médica y la tortura policial, le causaron la muerte); y, por último, solicita la entrega de los restos de su hijo para darle un entierro digno. 

En el comunicado de inicio de la huelga Takbar Haddi afirma: "anuncio mi entrada en huelga de hambre indefinida hasta conseguir mis mínimos y legítimos derechos como persona, o morir en el intento".

Nada temen las que no tienen nada que perder. 


O compartiendo una foto tuya con la frase "Justicia para Haidala" aquí: 


Y sobre todo, DIFUNDE

Gracias.